En el certificado energético se establece la proporción entre la energía consumida por nuestro inmueble y las emisiones de CO2 producidas; mediante unos cálculos establecidos, da como resultado una calificación en forma de letra que, según un criterio de escala, nos indica cómo de eficiente es nuestro inmueble, energéticamente hablando; a partir de Julio de 2013 es obligatorio en España según la directiva del Parlamento Europeo 2010/31/UE. Actualmente no es necesaria una calificación mínima, por lo que sólo tiene carácter informativo.
El campo de las reformas es aún más variable y complejo que el de la obra nueva; para aclararnos podríamos establecer tres tipos de intervención, desde la reforma integral (lo que se llama vulgarmente “entrar con la pala”), pasando por una reforma media con algún cambio de distribución, instalaciones, ventanas, etc, hasta un “lavado de cara”, consistente únicamente en actualizar acabados y algunas instalaciones.
Antes de meternos en harina, es lógico querer tener una idea de los costes que puede suponer una inversión tan importante; por ello, como en todo lo relacionado con la construcción, siempre es recomendable buscar asesoramiento profesional, a poder ser con un técnico, antes de tomar una decisión equivocada, sobretodo si no estamos familiarizados con este mundo.
La ITE es una inspección obligatoria y periódica que deben pasar todas las construcciones con el fin de garantizar que reúnen las condiciones mínimas para su uso en condiciones de seguridad y salubridad.